No vine a este mundo a competir con nadie más que conmigo mismo, traspasar mis propios límites, vencer mis miedos, luchar contra mis defectos, superar las dificultades y correr tras mis objetivos. Así que el que quiere competir conmigo pierde su tiempo.

 

Este pensamiento representa la esencia de las filosofías no duales, en otras palabras las filosofías que afirman que todos somos una sola conciencia, una sola alma. Por lo anterior, compararnos con otros es un error fundamental para el crecimiento espiritual.

A la misma filosofía  del yoga que está plasmada en lo Yoga Sutras, se le cuestiona pues inicia con principios duales, aunque al llegar a sus conclusiones, plantea la naturaleza única del alma como un concepto no dual.

En siglo X el shaivaísmo  tántrico trazó una línea de separación con la filosofía del yoga al alejarse de los principios internos y externos de conducta que son conocidos como yamas y niyamas.  Justamente la razón fue su naturaleza de establecimiento de juicios por medio de comparaciones que conducen a una franca dualidad.

Y así nació toda una corriente de pensamiento yóguico donde la única comparación de tu comportamiento el día de hoy hoy es con tu propio  comportamiento del día de ayer.  El día que hayas traspasado todos tus propios límites y vencido todos tus miedos habrás alcanzado la liberación.

Aum Namah Shivaya