La meditación fortalecedora es uno de los secretos tántricos más profundos y a la vez más simples para mantener la energía amorosa en una relación. Es una forma física de comunicación que practican los tántrikas (practicantes de tantra) por lo menos dos veces al día.
Esta conexión puede ser o no sexual; su objetivo consiste estrictamente en nutrirse el uno al otro e intercambiar energía e intimidad.
Para practicar esta meditación, la pareja adopta la «postura fortalecedora». Para ello deben acostarse sobre sus lados izquierdos (por razones de fluir de energía, según los textos tántricos), juntos y con el de dentro dando la espalda al que está en el exterior (en forma de cucharas). El que está dentro está envuelto por los brazos del que está fuera. A veces el hombre estará dentro envuelto por la mujer, a veces la mujer estará dentro envuelta por los brazos del hombre; el que sienta más necesidad de ser nutrido, el que haya sobrellevado más estrés ese día o el que esté más cansado, estará dentro.
Mientras están recostados, cierren los ojos y relájense. Tranquilicen la mente, concentrándose en la respiración profunda, en el camino que recorre su aliento. Ahora usen la respiración armoniosa. Ambos inhalan juntos, mantienen la respiración juntos, exhalan juntos y se mantienen sin inhalar a la vez. Durante esta respiración armoniosa el que está dentro es el cuerpo receptivo, aceptando la energía con cada inspiración. El que está en el exterior es el dador, y deberá enfatizar cada exhalación. Es muy importante que el que abraza siga la respiración del abrazado, esto significa: estoy contigo y te acompaño en todo momento.
Un momento ideal para practicar es antes de dormir. El receptor sabrá que es una meditación antes de dormir y sabe que en algún momento su pareja se separará para dormirse. No es necesario que el abrazador avise que ya se va a voltear o separar…
Otro momento ideal para practicarla es en la mañana, pongan el despertador 10 minutos antes de lo habitual y practiquen esta meditación. Cuando hayan terminado usen otro medio tántrico de comunicación antes de dar el siguiente paso del día. Por ejemplo: siéntense en la cama frente a frente y mírense, mírense uno intentando ver la persona divina que los acompaña en este nuevo día. No hablen; simplemente miren a la cara del otro y sonrían. Adviertan que ahora los ojos de su amante irradian luz, un efecto secundario de la meditación fortalecedora:
La luz del amor cuando existe armonía.