Meditación con caricias

En abril del 2007 escribí eun artículo sobre Tantra para la revista Glamour en México. Dentro de dicho artículo aparece el siguiente juego para parejas que se basa en la tradición tántrica. ¡ Disfrútalo !

El destino es ineludible

En la mitología hindú, la gran madre llamada Adishakti es la esposa de Shiva, el señor del Tantra, del Yoga  y de la Danza. Cada vez que Shakti y Shiva reencarnan en la tierra como humanos, su destino es casarse una vez más. Cuando Shakti se convierte en esposa de Shiva entonces toma el nombre de Parvati. Como en cualquier relación, no hay garantía que su relación no tenga altibajos. Shakti siempre encontrará obstáculos para recibir el amor incondicional de Shiva.

Shiva como un humano encarnado tendrá distracciones propias del hombre (hoy le puedes llamar futbol, amigos, etc.) y no pondrá todo su empeño en la relación con Parvati.

Un día que Shiva estaba quieto y descansando, Parvati comenzó a lavar sus pies. a acariciar su frente y con toda la paciencia del mundo, acarició cada lugar de su cuerpo. Entonces pronunció esta frase:

“Mientras te acaricio, dulce príncipe entra en la caricia como vida perdurable”.

Y pronunciando dicha frase y acariciando el cuerpo de Shiva, sin cejar en su intento de abrir su corazón, finalmente Shiva pidió su mano en matrimonio.

Meditación con caricias:

1.- Pídele a tu pareja que se acueste desnuda boca arriba, en la postura que ella prefiera. Comienza a acariciarla muy suavemente con la punta de los dedos. Recorre la cara y todo el cuerpo despacio buscando darle placer a través de la piel. Haz los movimientos muy despacio para que tu pareja entre en un estado de meditación, pero sin quedarse dormida. Pon toda tu atención en el acto, no pienses en otra cosa más que transmitir tu amor a tu pareja a través del tacto, no permitas que pensamiento alguno te distraiga. No estás intentando excitar sexualmente a tu pareja; estás intentando ayudarle a entrar a un espacio más allá del tiempo y el espacio.

2.- Sigue así durante 15 a 20 minutos. Ve desde los pies hasta la cabeza. No toques las principales zonas erógenas, en particular los pechos ni la entrepierna. Nunca pierdas el contacto con el cuerpo de tu pareja. Sigue tus manos con tu vista. Vas a ayudar a tu pareja a estar presente repitiendo de vez en cuando esta frase que pertenece a los Shiva Sutras: “mientras te acaricio, dulce príncipe entra en la caricia como vida perdurable”. Sigue presente en cada momento y en cada caricia. En este momento de amor no hay pasado ni futuro, sólo vida perdurable.

3.- Trascurrido el tiempo, siéntate en silencio y dale tiempo a tu pareja para que se recupere. Inviertan los papeles, en donde la palabra príncipe cambiará por princesa.

Om Namah Shivaya

Descarga mi libro gratis e inscríbete a nuestro boletín de noticias   haz clic aquí