La naturaleza tántrica de la mujer
La posición del primer Chakra de acuerdo a la Escuela Bihar.
la “H” denota la ubicación en el hombre y la “M” en la mujer.
Quizás has leído o escuchado que las mujeres son tántricas por naturaleza. En otras palabras, que cuando descubren lo que es el tantra se dan cuenta que ese conocimiento ya estaba dentro de su naturaleza femenina humana.
No es así con los hombres. Los hombres necesitamos de la ayuda de una mujer (o de alguien más) para poder acceder a los niveles de éxtasis que el tantra busca. Ahora te explico:
Lo que conocemos como primer chakra se encuentra ubicado en un lugar deferente en la mujer y en el hombre. La mejor descripción que conozco de la ubicación es la que encuentras en diversos libros de la Escuela Bihar que fue fundada por Swami Satyananda Sawaswati (Maestro que trascendió del mundo humano en el año 2009). No confundir con el bodrio español que osó ponerse ese mismo nombre…
Otro día te haré un resumen de la verdadera y apasionante historia de los chakras, pero hoy nos bastará con saber que en la mujer el primer chakra está ubicado atrás del cérvix, fuera del aparato genital femenino. En el hombre se encuentra a dos cm. del perineo, cerca de la próstata. Ambos chakras están conectados con el nervio vago, lo cual resulta un hecho de suma importancia para comprender lo que es el orgasmo tántrico.
En las prácticas tántricas aprendes a ubicar el primer chacra por medio de una contracción física que se conoce como Mula Bandha. Ésta práctica es diferente en cada linaje de yoga o tantra lo que hace que se cree confusión cuando consultas diferentes fuentes bibliográficas o googlegráficas (jajaja) Los textos de la Escuela Bihar afirman que la localización del primer chakra o Muladhara inicialmente se aprender con contracciones físicas de diversos músculos, pero con el tiempo vas comprendiendo que en realidad es una orden psíquica, la cual se genera por medio del dominio de los cuerpos físico y astral (Sthula y Sukshma Shariras).
En el caso de la mujer, poco a poco va afinando la contracción adecuada hasta que puede solamente poner la orden psíquica en el músculo apropiado y “hacer” como que vas a contraerlo, pero no hacerlo. La reacción de ésta orden psíquica va produciendo energía en el lugar en que el primer chakra está ubicado. De esa manera y por medio de Ujjayi Pranayama, puede subir la energía sexual hacia los chakras superiores hasta que ésta llegue al sexto chakra y más allá. En resumen, sin contracción muscular, con la mente enfocada en un punto y con la respiración puede sentir la manifestación de la Kundalini Shakti de manera inequívoca en el primer chakra.
En el caso del hombre el primer chakra se encuentra “algo lejos” de la inserción del mismo músculo que las mujeres aprenden a contraer. Por ello a los hombres no nos es posible generar esa contracción psíquica, lo cual tenemos que sustituir por la ayuda de la Dakini (Yoguini avanzada) o Dakina (Yogui avanzado) quien por medio del masaje adecuado podrá sublimar la energía sexual hacia los chakras superiores.
Otra forma de explicarlo: la mente de mujer y hombre en la práctica descrita tiene que estar en un solo punto, lo que en yoga se conoce como Ekagrata. Esto es lo que un hombre no puede hacer y la mujer sí puede. Es análogo a querer hacerse cosquillas uno mismo, acción que es imposible. Espero que esta analogía resuelva el dilema de los porqués los hombres necesitamos de alguien más para crear la experiencia del éxtasis tántrico.
El Hatha Yoga Pradipika, describe vagamente esta práctica sin entrar en muchos detalles, si eres yogui de la tradición Hatha, quizás ahora entiendas la razón por la que en dicho texto se menciona la fortuna de tener una Dakini que acompañe al aspirante yogui a alcanzar el Samadhi.
Y si no eres hatha yogui y quieres acercarte a estas prácticas, te invito a que participes en los talleres que compartiré en octubre y noviembre en CDMX y Xalapa Ver. Inbox o . (punto) para detalles.
Om Namah Shivaya
Pedro Aumkar