El estado extasíático, extático o éxtasis es reconocido por la neurociencias como un estado  diferente y expandido de la conciencia. Desde tiempos inmemorables hay diversas técnicas para inducir el éxtasis. Todas las tradiciones espirituales han desarrollado y refinado técnicas para alcanzarlo.  El ayuno, el baile extasiático o   el uso de sustancias psicoactivas, entre otros siempre han sido un camino hacia dicho estado.

En el tantra específicamente la relación o la actividad sexual han sido un camino al éxtasis. Para alcanzar el éxtasis a través del tantra, se requiere en principio una entrega total a la vida.

Los antiguos practicantes de tantra concibieron el universo como un proceso sexual, la unión de Shiva y Shakti; lo masculino y lo femenino, lo claro y lo oscuro, lo interno y lo externo, lo evidente y lo esotérico. Todo como parte de una unidad que se puede experimentar desde la dualidad.

En la cosmología tántrica el universo mismo es concebido como vibrando en éxtasis, así que es posible pensar que cada encuentro sexual humano como una reconstrucción microcósmica del proceso macrocósmico.

En la actividad sexual humana es una forma de vivir esta pulsación universal. En el orgasmo la mente se detiene, el ego se disuelve, y podemos experimentar la unión ( el yoga ) con todo lo que existe.

Pero ¿ qué es el éxtasis ? Es un estado de arrobamiento, muchas veces considerado como sinónimo de gozo o dicha. A diferencia de la dicha, el éxtasis se puede medir cualitativamente. Es a la vez una emoción poderosa y un estado de sentimiento intenso.

Por naturaleza el éxtasis es una experiencia efímera. Sin embargo puede liberar brevemente a una persona de los linderos emocionales que lo confinan. Éxtasis,  etimológicamente significa: fuera de uno. Una experiencia de éxtasis te pueden llevar a nuevos territorios psíquicos, al exponerte a nuevas emociones, sensaciones y estados de consciencia. Estas experiencias pueden ser una bendición pues te dan la oportunidad de reconocer algo totalmente nuevo y diferente. Por ejemplo, una persona con tendencia a la depresión puede encontrar en las experiencias extáticas un nuevo rango de posibilidades emocionales.

La preparación para una experiencia de éxtasis puede comenzar con la respiración. Un ejercicio simple que puedes hacer en casa te enseñará como la respiración abre tu atención a tu ser físico y te lleva a descubrir estados diferentes.  Para este ejercicio requieres tener un reloj cerca y un cuaderno para hacer anotaciones.

Paso 1. Siéntate en una postura cómoda con tu espalda derecha. Observa el tiempo correr lentamente. toma un inhalación profunda, baja la barbilla hacia el pecho sin forzar el cuello. mantén el aire, sin forzarte tanto como puedas. cuando tengas que exhalar toma un poco de aire  y entonces exhala. Vive la experiencia, observa como se siente tu cuerpo, particularmente tu garganta y tu caja torácica. Observa cuanto tiempo pudiste retener la respiración y escribe sobre la experiencia, describiendo las sensaciones físicas. Relájate por un momento.

Paso 2. Inhala de nuevo. Esta vez llena tus pulmones a dos tercios de capacidad. Repite la experiencia del paso 1. Observa como te sientes, describe las sensaciones y pensamientos. Anota por cuanto tiempo pudiste retener el aire y describe la experiencia. ¿ Hubo diferencia en  la respuesta física cuando tus pulmones estaban totalmente llenos o a dos tercios de su capacidad ? Escribe todo lo que viene a tu cabeza.

Este ejercicio puede parecer muy simple, sin sentido. Pero es la puerta al control del flujo de la respiración y a los estados de consciencia superiores. En este ejercicio sin el control directo y consciente de la respiración no  hay camino al éxtasis.